miércoles, 19 de febrero de 2014

Capítulo: 3

Jueves 5 de Marzo

A segunda hora tuvimos clase de Matemáticas. Íbamos a una clase para reforzarnos más, ya que nos costaba ir al ritmo de nuestros compañeros de clase, nuestro nivel era mediano. Eso nos pasaba en dos asignaturas más: Lengua y Literatura Catalana. Por lo demas todo bien.
Tocó el timbre, nosotros estábamos en la puerta preparados para salir disparados, como si se tratase de una cursa, a ver quien llegaba el primero en llegar a clase. Mientras estaba en el pasillo hasta llegar a mi clase que estaba al final, donde estaban las escaleras era un buen tramo. Me encontré a Ian mirando por los cristales de mi clase, esperaría a alguien. Sebastián amigo de Ian se acercó a decirle que ahí llegaba yo, se giró en mi dirección, en la que iba yo, me saludó como cada mañana, cada hora, cada instante, cada minuto, cada segundo; ahí estaba él.
Ian: Hola Leire. -sonrió.
Leire: Hola cariño.
Estube riendome, y Sebastián se unió a mis risas, por la cara que puso Ian, no se lo espero.
Abrí la puerta de clase y entre a dejar la mochila. Mientras otros salían a reunirse con los amigos y contarse lo que habían hecho durante la hora. En cambio Ian seguía a fuera en el pasillo esperando a su mejor amigo Jonathan, casualidad iba a mi clase, y suerte que no tuve a Ian sino...no pararía de mirarme.
A las dos y media esperábamos turno para comer en la cafetería, no siempre nos tocaba a nosotros, iba por cursos. Vi a Ian que entró, yo aún seguía en la cola esperando, cuando me tocó, cogí la bandeja y puse todo lo que podría necesitar, mientras con la mirada fuí mirando a donde podría ponerme, me encontré con la mirada de Ian, me dio un subidón de calor, cuando nuestras miradas se toparon de sopetón. Me saludó con la mano, yo hice lo mismo. Al acabar salimos a fuera, un sol espléndido relucia aquella tarde de Marzo. Un grupo de chicas y chicos estuvieron en la fuente mojándose como críos pequeños. En verdad apetecía, pero que te tirarán agua de la boca, eso daba asco.
Otro grupo de chicos, estuvieron persiguiendole y metiéndose con un chico gay, siempre iba con dos chicas pijas. En parte daba pena, pero otras se lo merecía. A veces me caía bien, otras me caía mal.



Miércoles 18 de Marzo

Me encontré a Ian cuando fuí a bajar las escaleras del instituto, solo faltaba la alfombra roja de los famosos. Me gustaban tanto, eran tan rectas. En ese lugar se cayó rodando la Directora, yo no lo vi, lo vio una amiga y otros tres chicos. Era la noticia del día. No fue nada grave, sólo un brazo escayolado.
Ian: Hola Leire. -Hoy si que vas guapa.
Leire: Hola. -le sonreí.
Ese día llevaba unos pantalones tejanos negros, con tirantes que caían, como si fuese un peto. Una camiseta blanca y negra con cremallera, y capucha transparente. Bambas negras.
En el recreo estube con mi mejor amiga Selene y con dos chicas más. Ian con sus amigos, iba con tantos que apenas me fijé. Estuvieron al lado de las pistas y de una fuente. Toda la hora del recreo estuvo llamándome, yo ni caso le hacía, para que solo me dijiera "hola", pasaba. Era tan casino en ese momento, ya cansada que me llamará, me giré hacia él para mirarle, lo tuve en frente de mi. De nuevo volvió a decir hola Leire.
Lo que yo supuse que diría, nunca se cansaria de decir "hola" con mi nombre.. a veces pensaba que le gustaba demasiado mi nombre, ya que me llamaba a cada instante del día, sin cansarse. Me estube riendo igual que él y todos sus amigos. Le levante el dedo corazón, no significaba que le estuviese mandando a la mierda, sino en Alemán tiene un significado, según lo que dijo una amiga. Significa te quiero. Ian como no lo sabía no pudo decir nada, él pensaba que lo estaba mandando a la mierda.

lunes, 17 de febrero de 2014

Capítulo: 2

Jueves 26 de Febrero

En la cola de la cafetería del instituto, estaban empujando para ser ellos los primeros en entrar, nunca tenían espera para que llegará su turno.
Una chica de pelo moreno rizado, estaba delante de mí, y le dijo a Ian que estaban empujando a su novia. Ian ni corto ni perezoso les dijo a todos que dejarán a su novia en paz que no la empujarán. En cambio Marc un chico que se creía el rey, por chulo que era y acompañado era un niño santo, lo que se tenía que ver. Alucino con lo que dijo Ian, nunca se espero aquellas palabras de él, bien merecido lo tuvo. Ian me defendía, aunque a veces por no decir siempre quería hacerse la gracia, pasando las culpas a otros como si él ni fuera roto un plato en su vida, aunque con solo verme sonreír, haría lo que fuera.
Dos chicas que estaban en la cola aún delante de mí, una de ellas iba a mi clase, me dijeron que Ian siempre le estaba escribiendo notas en clase, preguntándole si Leire había venido. Yo en parte no me lo creía, como siempre estaban de broma, era difícil de creer y más viniendo de ellas dos.



Viernes 27 de Febrero

Después del recreo teníamos Estadística, una asignatura bastante difícil, para mi gusto, me perdía entre número y número. Y como no, el profesor explicaba deprisa, y entre algunas semanas nos ponía películas con enigmas, y nosotros la teníamos que resolver, algunas que otras eran fáciles otras no tanto.
Ian vino a saludar, entró en clase dijo guapa Leire te quiero. Yo como de costumbre no dije nada, todos mirando era lo único que sabían hacer. Pero a veces me reía, por lo que decía él, le gustaba verme a sí de sonriente, siempre me buscaba, como si nada le importará. Volvió entrar en clase está vez dijo.
Ian: Leire guapa, ayer por la noche que hicistes?
Leire: Acaso te importa, lo que hice?
Ian: Si. Me importa por qué ayer por la noche te estube espiando, a ver lo que hacías.
Me reí. Alucinaba con este chico, cuando dijo eso estaba su amigo Jonathan y otro chico en clase, que se colaron a verme. Cuando se fue dijo adiós guapa, yo solo le dije adiós, él se reía, no se que le veía la gracia.
A la hora del recreo él estaba con un amigo lo vi, me miró le miré y me saludó de nuevo, yo hice lo mismo.
Ese día a la noche tuve un sueño con Ian, yo estube en el banco del instituto, sentada con tres amigas más, hablando, hasta que apareció él se acercó a mi con una sonrisita, me dijo que fuera con él, yo aún sin levantarme, solo le miraba se veía tan misterioso, tan..hasta que decidí levantarme y acercarme a él a ver lo que escondía en la mano, él solo sonreía sin más, yo no entendía nada. Con la otra mano me puso el brazo alrededor de mi cintura, pero a mi me fuera gustado que esa mano fuera estado más abajo sólo un poco, y así lo hizo, me leyó la mente, era bueno en eso, estaba tan colorada, que no hablaba, con una mirada lo decía todo. Toma me dijo, alzó la mano y me entregó una rosa, que desprendía un olor a rosa fresca, sacada de un jardín recién cojida, le di las gracias, no lo esperaba estaba tan contenta en ese momento, que me dijo que si le daba un beso, y yo por no darle un simple beso, le di un morreo. Cuando desperte del sueño aún no lo podía creer, creía que era cierto, pero no se desvaneció como la arena, pero no del todo, seguía cada detalle soñado por aquella noche.
Al final sería verdad que me estaba enamorando de él, sin darme cuenta. Pero no pensaba decirle, me daba vergüenza.

viernes, 7 de febrero de 2014

Capítulo: 1

Querido Diario: 24 de Febrero

Un martes a mediodía, a la hora de comer en la cafetería del instituto, nos reuníamos todos. Cuando acabemos todos o la mayoría, recogimos y nos fuimos a dar una vuelta. Había gente en grupo, unos hablaban, otros jugaban a fútbol o básquet, otros se miraban en el espejo y se peinaban; parecían chicas. Las chicas maquillandose.
En ese momento estuve con una amiga hablando y de repente vino Ian se acercó, me giré me puse nerviosa, su mirada hipnotizaba. Iba con una chaqueta gris a topos negros, de entre tiempo. Su pelo castaño claro con mechas rubias, ojos marrones como el cola cao; 15 años parecía más grande, de cuerpo musculoso.
Me dijo que si quería salir con el, yo le gustaba muchísimo. Me pidió el messenger, número de móvil y donde vivía. Me quedé alucinada, no sabía responderle a ninguna pregunta, se me fueron todas las palabras de la mente estaba en blanco. Él me miraba, esperando una respuesta que no obtuvo.
Hasta que apareció Marta con un grupo de cinco chicas, iba con Ian. Marta es una chica de 17 años, pelo rubio intenso, rizado hasta los hombros, ojos azules como el cielo.
Marta: Dijo que si quería a Ian para rollo o para salir de novios.
Leire: Le dije que no.
Ian: ¿Me darías un beso?
Leire: No.
Al lado del gimnasio, había un grupo de chicos sentados en el suelo, me miraron fijamente, yo no me di cuenta, hasta que mire hacia donde estaban ellos. No podía estar más nerviosa en ese momento, ya que mi corazón no paraba de bombear. Marta se acercó al grupo de chicos y le dijo a uno de ellos que le quería, "más bien me gustaba" pero ya no. La cara que se me puso en ese instante, quería desaparecer.
Tania: Dijo que le diera un beso a Ian.
Leire: Volví a decir que no. Tenía tanta calor, que todos se dieron cuenta de lo roja que estaba. Y para disimular estube riendome
e, y creo que fue peor. Ian me volvió a preguntar donde vivía y la calle, le dije que no lo sabía, ni me interesaba. Decírselo no se lo iba a decir, se quedó con la ganas de saber demasiado. Y como no le hacia caso, por última vez, gritó mi nombre diciendo que me quería muchísimo, todo el mundo miraba, no pase tanta vergüenza en mi vida.



Al día siguiente Miércoles 25 Febrero

Iba pegado como un chicle detrás de mí, diciendo la frase del día anterior, se veía que era lo único que sabía decir "que me quería mucho".
A la tarde en clase de Literatura éramos siete, si suena raro siete personas, pero era mejor que estar toda la clase. En clase estuvimos solos durante cinco minutos, y en esa libertad de hablar y de hacer lo que quisiesemos, un chico de pelo moreno y ojos marrones, se le ocurrió decir en clase que estaba saliendo con Ian. Se me aceleró el corazón, necesitaba salir corriendo de ahí, como se le ocurrió decir eso, creí que no se acordaria, una mala pasada me jugó. La clase era un silencio. Los dos chicos que estuvieron hablando de videojuegos, se quedaron callados y mirando, yo no daba crédito, lo que dijo ese chico. Miguel así se llama, nunca le decíamos su nombre si no por su apodo. Volvió a decir que como me iba con Ian Ruíz, ya hacía dos días que estaba "saliendo". Mi repuesta fue ninguno.
Evelyn una chica muy simpática igual que su gemela, siempre estuvo ahí para sacarnos una sonrisa, en los momentos más difíciles y aunque suene raro siempre te escuchaba, te daba consejos, era genial. Cuando se enteró Evelyn, lo que dijo ese chico llamado Miguel, fue a decírselo a la prima, de uno de los chicos del grupo del día anterior.